lunes, 15 de junio de 2015

¿Qué tiene la leche materna?

          Madres, médicos, científicos, investigadores y hasta Don Nestlé se preguntaron qué tiene la leche materna. Algunos con buenos fines y otros no tanto, la realidad es que la leche de fórmula es bienvenida cuándo el bebé no puede alimentarse directa o indirectamente de su madre o de otra madre, porque de otra forma se enfermaría y hasta podría morir.

          A través de los años se ha comprobado que nada puede igualar los beneficios de la leche materna, y de amamantar. Hasta la fecha, las investigaciones arrojan que contiene más de 700 componentes diferentes, algunos (la mayoría) aún no han sido descubiertos. En esta entrada te contamos cuáles son aquellos que sí han sido descubiertos, y la comparación entre la composición de la leche materna humana y la leche de vaca modificada o fórmula infantil.


A continuación te mencionamos los componentes más relevantes de la leche materna y sus prinicpales funciones.

 Composición de la leche materna
Agua
La leche materna contiene 88 % de agua aportando la cantidad necesaria que el bebe necesita durante el período de lactancia durante los primeros 6 meses. Por ello los bebes que están bajo lactancia exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida no necesitan beber agua en forma adicional, aún en países con temperaturas altas. Si se le da agua u otra bebida durante los primeros 6 meses se corre e riesgo que el bebe contraiga diarrea y otras enfermedades. 


Proteínas
Constituyen el 0.9 % de la leche materna (0.9 gr./100 ml. La leche humana contiene caseína, lactosuero (proteínas del suero), mucinas y nitrógeno no proteico. Son producidas en la gládula mamaria, excepto la seroalbúmina que proviene de la circulación materna. La caseína constituye el 30-40 % de las proteínas mientras que el lactosuero el 60-70 % de las mismas.
La caseína tiene como función principal el aporte de aminoácidos, fósforo y calcio al bebe. Además la caseína de la leche materna es más fácil de digerir ya que los coágulos que forma son blandos en comparación con los de la leche de vaca. Se destaca la beta-caseína por ser la más abundamte de las caseínas.
Dentro de las proteínas que constituyen el lactosueroestá la alfa-lactoalbumina que constituyen el 10 a 12% del total de las proteínas, siendo la proteína más abundante. Interviene en la síntesis de lactosa. Esta proteína es específica de la leche materna. Otras proteínas del lactosuero incluyen: lactoferrina, lisozima, seroalbúmina, proteínas gigantes de folatos, Ig A, IgG, IgM. Durante la lactancia las proteínas del lactosuero van disminuyendo gradualmente siendo en principio la proporción del lactosuero muy elevada con respecto a la caseína. En el calostro la proporción es de 80:20(90% lactosuero: 10% caseína), en la leche madura es de 60:40 para luego descender a 50:50.
Las proteínas del lactosuero son de fácil metabolismo para el bebe mientras que la caseína es de difícil digestión. La leche de vaca contiene una proporción de lactosuero: caseína de 80:20, es decir el 80 % corresponde a la caseína lo cual trae problemas al recién nacido para digerir correctamente la leche de vaca.
La lactoferrina favorece la absorción del hierro en el intestino e inhibe el crecimiento de bacterias patógenas (acción bacteriostática) en el tracto gastrointestinal (E. Coli) al secuestrar el hierro que las bacterias necesitan para su multiplicación. Así mismo estimularía el crecimiento y la proliferación de la mucosa intestinal. En la leche de vaca la cantidad de lactoferrina es prácticamente inexistente.
La lisozima en una enzima antibacteriana, la más abundante, y contribuye al desarrollo y mantenimiento de la flora intestinal. Posee también propiedades anti-inflamatorias. La leche humana contiene 30 a 40 mg/100 ml y su contenido es 300 veces superior al de la leche de vaca.
La leche materna contiene gran cantidad de inmunoglobulinas (anticuerpos) destacándose principalmente la Ig A. El calostro es rico en IG A, especialmente al 2 día del parto, disminuyendo luego al 3 y manteniéndose estable en la leche madura. La IG A representa el 90 % de todas la Ig presentes en la leche materna. Es sintetizada por las células de la glándula mamaria. Loa anticuerpos Ig A se unen a virus y bacterias impidiendo que penetren la mucosa intestinal inhibiendo la colonización de estos patógenos en el intestino del bebe.
La lipasa es otra enzima importante de la leche materna. Se encuentra activa en el tracto gastrointestinal y es estimulada por las sales biliares facilitndo la digestión, produciendo ácidos grasos libres y glicerol. Es por ello que los bebes que son alimentados con leche materna tienen una alta absorción de grasas. Así mismo esta liberación de ácidos grasos libres tiene un efecto protector contra bacterias, virus y protozoos por su acción antimicrobiana. La lipasa es responsable de la inactivación del parásito Giardia Lamblia.
Las mucinas, presentes en poca cantidad, son proteínas de membrana que rodean a los glóbulos de grasa.
Dentro del nitrógeno no proteico encontramos aminoazúcares, aminoácidos libres (taurina, glutamina), carnitina, poliaminas, nucleótidos y péptidos.
Tanto la taurina como la carnitina son esenciales para el desarrollo y maduración del sistema nervioso central y de la retina (visión). La taurina además contribuye con la proliferación celular, la absorción de lípidos, la osmorregulación, el transporte de calcio y es fundamental para la formación de sales biliares que intervienen en la digestión.
La carnitina además interviene en la síntesis de los lípidos del cerebro.
Los nucleótidos tienen efectos sobre la inmunidad (activa células que participan en la defensa), sobre el crecimiento y la maduración del tracto gastrointestinal y aumenta la cantidad de proteínas y ADN de la mucosa intestinal.
La poliamina participa en le crecimiento y desarrollo del sistema digestivo.

En resumen:
Composición proteica de la leche humana madura:
  • Caseína: beta caseína
  • Lactosuero (proteínas del suero): lactoalbímina, lactoferrina, lizosima, albúmina sérica (seroalbúmina), inmunoglobulinas.
  • Nitrógeno no proteico: aminoazúcares, aminoácidos libres (taurina, glutamina), carnitina, poliaminas, nucleótidos y péptidos.
  • Mucinas

Grasas
Las grasas o lípidos de la leche materna forman el 3 a 5 % de la misma son el componente más variable de la leche materna. La grasa representa entre un 40 a 50 % del total de calorías de la leche materna y el bebe es capaz de absorberlas fácilmente (más del 90% de las grasas de la leche son absorbidas por el recién nacido). La grasa es vehículo de vitaminas liposolubles favoreciendo la absorción de las mismas y es fuente de ácidos grasos esenciales.
Los principales lípidos de la leche materna son los triglicéridos, fosfolípidos, ácidos grasos y esteroles.
Los triglicéridos representan el 99 % del total de los lípidos de la leche.
Los ácidos grasos saturados representan alrededor del 40 % de los ácidos grasos de la leche materna, le siguen los monoinsaurados y poliinsaturados. Aunque pueden existir variaciones de acuerdo a la dieta de la madre.
Los ácidos grasos más abundates son el ácido oleico (monoinsaturado), el palmítico (saturado) y al ácido linoleico (poliinsaturado -acido graso esencial).
Los ácidos grasos de la leche provienen de los lípidos circulantes de la madre proenientes de la dieta , de los depósitos maternos y en menor medida por la nueva producción de los mismos por parte de las glándulas mamarias. La leche humana es rica en ácidos grasos esenciales (poliinsautrados)agrupados bajo el nombre de omega 3 como el linolénico,a su vez precursor del ácido docosahexanoico (DHA) y el eicosapentanoico (EPA), los cuales participan en el desarrollo del sistema nervioso central y en la agudeza visual (principalmente el DHA). También encontramos ácidos grasos omega 6 como el ácido linoleico que representa entre el 8 a 16 % de los ácidos grasos que también participa en le desarrollo del sistema nervioso y es precursor del ácido araquidónico. El mismo es a su vez precursor de hormonas (prostaglandinas), tromboxanos y leucotrienos. Los ácidos grasos omega 3 y 6 son esenciales porque no pueden ser producidos por el organismo.
Como se mencionó anteriormente la leche materna contiene lipasas, una enzima que facilita la digestión de los lípidos. La lipasa está inactiva en la glándula mamaria y en el estómago del bebe y se activa al llegar al intestino del bebe ante la presencia de sales biliares. La lipasa juega un rol importante en la producción de lípidos antimicrobianos.
El contenido de colesterol de la leche materna está entre 10-20 mg/100 ml. No está en relación con la dieta ni con los niveles séricos de la madre.

Carbohidratos
La lactosa es el principal carbohidrato contenido en la leche materna en un promedio de 6-7 g/100 ml. Se produce en la glándula mamaria a partir de la glucosa. Contribuye al 40 % de las calorías de la leche materna. También se encuentran presentes oligosacáridos neutros, glucoproteínas, glucoesfingolípidos, aminoazúcares y acetilglucosamina.
La lactosa es un disacárido formado por galactosa más glucosa. Su principal función, junto a las grasas, es el aporte de energía, necesaria para el crecimiento y desarrollo del recién nacido. Es fundamental para la absorción del calcio, del hierro, magnesio y otros elementos. La galactosa se utiliza en la síntesis de galactolípidos, indispensable para el desarrollo del sistema nervioso central del niño. La lactosa al igual que los oligosacáridos y aminoazúcares, también promueve la colonización en el intestino del lactobacillus bifidus, el cual inhibe el crecimiento de bacterias, hongos y parásitos.
El factor lactobacillus bifidus (factor bífido) es un carbohidrato (aminoazúcar) que contiene nitrógeno, necesario para el mantenimiento de la flora intestinal del bebe dando prevalencia al L. bifidus que inhibirá el crecimiento de bacterias (E. Coli y Shigella).
Los oligosacáridos se adhieren a células de las membranas del tubo digestivo evitando así la adherencia de ciertos microroganismos patógenos (E. Coli, Haemófilus influenzae, Spreptococus pneumoniae, etc). Esto disminuye las probabilidades del recién nacido de paedecer alguna infección gastrointestinal, respiratoria o urinaria.

Minerales
La leche materna contiene todos los minerales que el bebe necesita.
Si bien las concentraciones de minerales en la leche materna es mucho menor que la leche de vaca, el coeficiente de absorción de los mismos (biodisponibilidad) es muy alto.
El contenido bajo de minerales (principalmente sodio, potasio y cloruros) promueve el buen funcionamiento renal del bebe favoreciendo la capacidad metabólica del recién nacido.

La leche materna tiene alta biodisponibilidad de minerales (especialmente calcio, hierro, magnesio, cobre, zinc) comparado con la leche de vaca, es decir que tienen mejor absorción y está disponible para que el organismo los utilice. Los principales minerales presentes son el calcio, fósforo, hierro, potasio, zinc, flúor y magnesio.
Calcio y fósforo
La relación calcio fósforo es de 2:1 en la leche humana. Ambos se absorben fácilmente. En la leche de vaca predomina el fósforo (1:3), lo cual puede desencadenar hipocalcemia en el recién nacido.
Hierro
El hierro presente en la leche humana se absorbe en un 50 % debido a diferentes factores: la presencia de lactoferrina, la acidez del tracto gastrointestinal del bebe y la presencia de zinc y cobre. También la lactosa y la vitamina C favorecen su absorción. Existen estudios que manifiestan que la absorción de hierro disminuye con la introducción temprana de alimentos sólidos antes de los 6 meses de edad.
En bebes amamantados con leche materna exclusivamente durante el primer semestre, las probabilidades de desarrollar anemia por deficiencia de hierro son muy bajas.
Solamente el 10 % del hierro de la leche de vaca es absorbido.

Zinc
Si bien las concentraciones de zinc en la leche materna no son altas, son suficientes para satisfacer las necesidades del bebe debido a su alta biodisponibilidad. Es esencial para el crecimiento, la inmunidad celular y para la formación de enzimas.
Existen otros minerales en concentraciones muy bajas en la leche materna pero que comparadas con la leche de vaca son altamente superiores. De todos modos el bebe presenta pocos riesgos de deficiencia de estos minerales. Son suficientes para cubrir las necesidades del recién nacido. Estos son: yodo, cobre, cobalto, selenio, cromo, manganeso, aluminio, cadmio.

Vitaminas
Las vitaminas presentes en la leche materna cubren las necesidades del bebe pero son variables según el estado nutricional y el aporte de vitaminas que recibe la mama. Es decir, que existe una estrecha relación entre la alimentación de la mamá y la concentración de vitaminas en la leche materna.
    Vitaminas liposolubles:
  • Vitamina A
    El calostro es más rico (el doble) en vitamina A y en beta caroteno (forma precursora de vitamina A) que la leche madura. La leche de transición contiene el doble de la leche madura.
  • Vitamina K
    Los valores de vitamina K son mayores en el calostro y en la leche de transición en comparación con la leche madura. Luego de un par de semanas, es la flora intestinal la que sintetiza vitamina k en el bebe a partir de la 2 semana de nacer.
  • Vitamina E
    El contenido de vitamina presente en la leche materna cubre las necesidades del bebe.
  • Vitamina D
    Si bien las concentraciones de vitamina D son bajas en la leche materna, es mucho mayor comparada a la leche de vaca. El bebe puede producirla si está expuesto algunas horas a la semana al sol. Se recomienda consultar con su pediatra si su bebe debe recibir algún suplemento de vitamina D.
    Vitaminas hidrosolubles:
    Las cantidades de estas vitaminas dependen en gran parte del estado nutricional de la madre. De todos modos la deficiencia de las siguientes vitaminas en la leche materna es muy rara.
  • Complejo vitamínico B
    Está presente la vitamina B12 (cobalamina), la B6 (piridoxina), B1 (tiamina) ácido folico(B9), B3 (niacina) y ácido pantotenico(B5). Se recomienda a las madres vegetarianas tomar un suplemento de B12 ya que la dieta vegetariana no contiene fuentes de la misma.
    El ácido fólico es esencial para sintetizar aminoácidos, ADN, ARN y hemoglobina.
  • Vitamina C
    Existe alrededor de 4-5 mg/100 ml de vitamina C en la leche materna.

Otros componentes de la leche materna
Hormonas

El bebe amamantado con leche materna mantiene la concentración plasmática de hormonas a diferencia de lo que sucede con los bebes que toman leche no materna.
Hasta el momento se han identificado diferentes hormonas en la leche materna: hormona liberadora de tirotropina (TRH), hormona tiroidea estimulante (TSH), tiroxina, triiodotironina, oxitocina, prolactina, gonadotropinas hormona liberadora de gonadotropinas GnRh, corticoides, insulina, eritropoyetina, hormonas ováricas, prostaglandinas, relaxina y prolactina.
Las prostaglandinas protegen a las células intestinales del bebe, facilitando la motilidad gastrointestinal del lactante.
La eritropoyetina de la leche materna estimula la eritropoyesis (formación de glóbulos rojos), la maduración del sistema nervioso central, el sistema inmune y la maduración intestinal.
Factores de crecimiento
Estimulan la proliferación celular, la síntesis de ADN y ARN, y el crecimiento y maduración de ciertos órganos. Son factores de crecimiento: factor estimulante de hepatocitos (HGF), factor estimulante de fibroblastos (FGF), factor transformador del crecimiento alfa(TGF-alfa) y factor de crecimiento epidérmico (EGF). Todos ellos se encargan principalmente del crecimiento y maduración del tubo digestivo. No se encuentran en las leches de fórmula . Son más abundantes en el calostro que en la leche madura.


Fuentes: R. Lawrence “La Lactancia Materna” Ed.Mosby; Manual de Lactancia para Profesionales de la Salud. Comisión de
Lactancia MINSAL, UNICEF; Composición de la leche materna. Dra Vera May. Planeta Mamá, 2010;

martes, 7 de abril de 2015

Consumir alcohol durante la lactancia... ¿Si o no? ¿Cuánto alcohol es perjudicial?

Son preguntas que todas las madres que hemos amamantado nos hemos realizado alguna vez, sobre todo cuándo se acercan las fiestas o algún evento importante en el que seguramente nos tentaremos con alguna copita. En esta entrada te contamos cuál es el limite y cómo manejarte si has bebido un poco.


        En principio aclaremos que el consumo de alcohol en exceso es perjudicial para la salud de cualquier persona, esté o no amamantando a su bebé. Más allá de sus efectos nocivos, el consumo alcohol altera la capacidad de cuidado y atención hacia el lactante. Durante la lactancia es recomendable no consumir alcohol o realizar un consumo ocasional y moderado. A pesar de que muchas culturas lo afirman, la cerveza no aumenta la producción de leche. Dicho esto veamos qué opinan los profesionales...
  
      Según Ruth Lawrence, en su libro "La Lactancia Materna: Guía para profesionales médicos", el alcohol consumido pasa rápidamente a la leche materna, en un nivel igual o superior al de la sangre materna, pero también los niveles descienden rápidamente ya que el alcohol no se acumula en la mama. Algunos estudios muestran que el alcohol inhibe la secreción de prolactina (hormona que interviene en la producción de leche) durante unas dos horas. El nivel de alcohol en la leche es muy bajo, si bien el olor que toma la leche es muy fuerte, alcanzando el máximo entre los 30 y 60 minutos después de haber bebido. Los efectos del alcohol sobre un bebé amamantado están directamente relacionados con la cantidad de alcohol que consume la madre, y una cantidad pequeña a moderada de alcohol no ha mostrado ser causa de daño en el bebé.
  
      El Dr. Carlos Beccar Varela, en su libro "Lactancia materna, guía profesional", dice que las dosis de 0.5 gramos por kilo materno por día no causan problemas al bebé. Dosis de 1 gramo por kilo y por día o más deprimen el reflejo de eyección (expulsión) de la leche y pueden causar coma alcohólico en el bebé. Para más datos, la cerveza tiene 4 gramos de alcohol por 100 cc. El vino tiene 12 grs por 100 cc y el whisky tiene 40 gr por 100 cc.

     APILAM, en su página www.e-lactancia.org informa que el consumo crónico causa sedación, desmedro, irritabilidad y retraso psicomotor en el lactante; también se ha publicado un caso de pseudo síndrome de Cushing que desapareció al dejar de beber la madre. Pese a que aumenta discretamente los niveles de prolactina, el consumo agudo seda al lactante e inhibe la secreción de oxitocina de la madre y por tanto el reflejo de eyección de la leche, reduciendo la producción de leche entre un 10 y un 25%.  Un consumo agudo excesivo puede provocar coma y convulsiones en el lactante. El tiempo necesario a esperar a amamantar para que el alcohol ingerido de forma ocasional haya desaparecido de leche y sangre depende del peso de la madre (a menos peso, más tiempo) y de la cantidad de alcohol consumido (a más alcohol, más tiempo). Evitar dar pecho hasta después de dos horas y media por cada 10 -12 g de alcohol consumidos: un tercio (330 ml), de cerveza 4,5%, un vaso de 120 ml de vino 12% o una copa de 30-40 ml de licor de 40-50%). Tiempos orientativos a esperar para mujeres de unos 60 kg de peso: un vaso de vino: 2,5 horas, dos tercios de cerveza: 5 horas, tres copas de licor: 7,5 horas, etc. (ver tabla en la referencia de Can Fam Physician. 2002).
 El comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda no beber alcohol al menos durante los primeros tres meses y una vez pasado este tiempo beber cantidades pequeñas, esporádicas y alejadas de las tomas.

    El médico pediatra y escritor Carlos González explica en su libro "Un regalo para toda la vida", que el alcohol alcanza su máxima concentración en sangre (y por ende, en leche) entre 30 y 60 minutos después de la ingesta, por lo que en términos ideales, lo óptimo sería beber lo más pronto posible luego de dar el pecho para dar tiempo al organismo a metabolizar el alcohol y comenzar el proceso de eliminación del mismo antes de que llegue el momento de la toma siguiente, aunque bien sabemos que, en una lactancia realmente a demanda, a veces las tomas son muy seguidas. Lo mejor sería dejar al menos pasar dos horas para volver a amamantar y quizá durante la noche esto sea más fácil ya que, por lo general, las tomas nocturnas son más espaciadas que las diurnas. Cada mamá deberá evaluar esta situación y cómo suele ser la frecuencia con la que su bebé requiere el pecho como para poder calcular cuál es el momento más adecuado para disfrutar de una copa de alcohol. Es bueno saber también que la ingesta de alcohol, así como el consumo de tabaco, pueden retrasar el reflejo de eyección de leche, lo cual es un dato a considerar ya que esto puede poner de pésimo humor al bebé e incluso asustar a más de una madre que no esté acostumbrada a que su leche no fluya como habitualmente.

Para que te sea más fácil comprender y aplicar toda esta información, hicimos este cuadrito, esperamos que te sirva! 

 





 


domingo, 8 de febrero de 2015

La Lactancia en Prematuros


Cuando las madres ven al niño por vez primera tan pequeño piensan que no va a ser posible amamantarlo. Es importante señalar que al principio puede ser difícil, y probablemente la mamá deberá extraerse la leche para que al bebé se le alimente a través de sonda o biberón.

Una de las preguntas que se hacen las mamás es si su leche será suficiente buen alimento para su bebé. El mejor alimento que puede recibir el bebé es la leche de su madre. El médico decidirá si es necesario complementarlo con otro tipo de leche y si debe recibir vitaminas o minerales.


Hay muchas buenas razones para amamantar a tu bebé prematuro:

El calostro y la leche materna contienen glóbulos blancos, anticuerpos y otras propiedades inmunes valiosas que pueden ayudar a un bebé prematuro a resistir infecciones (sobre todo porque los bebés prematuros suelen estar expuestos a muchos gérmenes en la Unidad de Neonatos). Por tanto, la leche materna ayuda a promover la buena salud de una manera que las leches artificiales no pueden igualar.

Con la leche materna no hay desperdicio de agua y la eliminación de estos residuos no suelen sobrecargar los riñones inmaduros.

Para un bebé prematuro, la leche materna contiene unas sustancias llamadas enzimas que son especialmente importantes para evitar daños al sistema digestivo inmaduro del bebé.

La leche materna también contiene agentes anti-inflamatorios que ayudan a proteger los frágiles tejidos del intestino del bebé prematuro de la inflamación y el dolor. Esto reduce las posibilidades de crecimiento bacteriano perjudicial. Estos agentes se creen que ayudan defender al bebé frente a la enterocolitis necrosante (ECN) que una condición grave de los intestinos.

La leche de la madre de un bebé prematuro contiene más grasas (o lípidos) que la de la madre de un bebé nacido a término. La razón es porque los bebés nacidos a término reciben esos lípidos a través de la placenta. Muchos investigadores creen que estas grasas pueden mejorar el desarrollo del ojo y el neurológico de los recién nacidos prematuros.

¿Cuándo se inicia y cómo se hace la extracción de leche?

Idealmente la estimulación debería iniciarse dentro de las 12 horas luego del parto. La mamá deberá aprender a extraerse leche: lo puede hacer en forma manual y/o utilizando un sacaleche manual  o una bomba de extracción eléctrica. Las extracciones deberían realizarse cada 3-4 horas, al menos unas 6 veces en un periodo de 24 horas por unos 20 minutos, para un total de 120 minutos al día. Esto es para simular las tomas que haría un bebé.
La mamá tiene que tener períodos de descanso y buena alimentación para asegurar un buen volumen de leche

En la mayoría de las unidades de Cuidados Intensivos se encuentran salas acondicionadas para la extracción y conservación de la leche llamadas Lactarios. Consultar sobre su uso ayudara a las extracciones, conservación y distribución de la leche para su bebé.

La frecuencia con que se estimulan los pechos es crucial para iniciar y mantener un buen suplido de leche en la madre.

Es importante que una vez que la mamá tenga el alta continúe las extracciones en su hogar, puede hacerlas  manuales o con sacaleches y puede conservarlas para cuando tenga a su bebé de alta y necesite complementar.
Para asegurarse una buena conservación puede leer Como conservar la leche materna
Es completamente Normal que en las primeras extracciones salga muy poca leche, esto con constancia y frecuencia  mejorara al correr los días.

También es importante saber que el cuerpo de la mamá entiende que tuvo un bebé pretermino, esto hará que la leche madura tarde un poco mas en bajar y que se tengan mas días de calostro, indispensables para el recién nacido.


a. Sonda nasogástrica: es un tubo flexible que se introduce por la nariz y llega hasta el estómago. Cuando el bebé todavía no es capaz de succionar, o cuando necesita suplementos, se le dará la leche por ese tubo, en forma fraccionada en varias tomas.

b. Alimentación por boca: antes de nacer, durante el último trimestre del embarazo, el bebé
realiza movimientos de succión y traga líquido amniótico. Es decir que algún entrenamiento
previo ya tiene. El momento de comenzar con la succión al pecho la decidirá el médico tan pronto como le sea posible al bebé. Las primeras prendidas al pecho requerirán mucha paciencia y ayuda por parte del equipo de salud. 

Señales que el bebé está listo para el pecho:

Tiene una edad gestacional de 34 semanas.

Pesa más de 1500 gramos.

Ha desarrollado el reflejo de búsqueda.

Ha desarrollado el instinto de succión.


Las primeras alimentaciones del bebé al pecho son de práctica.
Es normal que al principio el bebé tenga dificultad en agarrar el pecho, y hasta que se quede dormido.  Le tomará al bebé varias sesiones de práctica antes de que este logre amamantar bien.

 
¿Cuánta leche debo producir?

Casi todas las madres de bebés prematuros se preocupan por si son capaces de
producir una cantidad “normal” de leche. Hay muchas cosas que afectan la cantidad de la leche materna que producen, sobre todo en los primeros días después del parto.

La madre de un bebé lactante a término produce solo alrededor de 30 mls de leche durante las primeras 24 horas después del nacimiento pero por el tercer o cuarto día produce varias veces esa cantidad. Las madres de bebés prematuros con frecuencia tardan un poco más tiempo para ir de unas pocas gotas a 30 mls o más en una sesión de extracción de leche. Esto se conoce como “retraso en la aparición de la lactancia” y se relaciona más con complicaciones del embarazo, tales como reposo en cama, medicamentos para la tensión arterial alta y el parto por cesárea que el parto prematuro en sí. Nadie sabe exactamente por qué este es el caso, pero los expertos creen que las hormonas o los tejidos de la mama que fabrican la leche pueden verse afectados temporalmente por estas complicaciones y los medicamentos. Un inicio más lento de la producción de leche no significa necesariamente que una madre no vaya a producir suficiente leche para su bebé. Lo único es que puede llevarle unos días más hasta ponerse al día con las madres que han tenido partos sin complicaciones.

¿Cómo puedo aumentar la cantidad de leche que produzco?

Se ha demostrado que algunas cosas aumentan la producción de leche. En primer lugar intenta pasar tanto tiempo con tu bebé como te sea posible durante los primeros días, sobre todo si es donde te encuentras más relajada. A menudo la familia piensa que las madres deben quedarse en casa y descansar después de dar a luz prematuramente, pero ellas informan que la separación de sus bebés les causa aún mayor estrés.  Cuando no estés con tu bebé puede ayudar si extraes tu leche mientras miras una foto de tu bebé. Si la condición de tu bebé lo permite, pide que te dejen llevar a cabo la práctica del método canguro o el cuidado piel con piel.

Fatiga, dolor y estrés, todos  comunes entre las madres de bebés prematuros, hacen que el cuerpo libere una sustancia que interfiere con la prolactina. La mayoría de estos síntomas, disminuyen o se vuelven más manejables con el tiempo.

Si tienes dolor recuerda que es seguro tomar la analgesia que tu médico te haya recetado. La mayoría de los analgésicos (como el paracetamol o el ibuprofeno) se pueden utilizar de forma segura durante la lactancia materna y el alivio del dolor es importante para la producción de tu leche. Si dudas de si los medicamentos que te han recetado son compatibles con la lactancia materna puedes visitar e-lactancia.org.

En algunos casos, los medicamentos recetados pueden ser utilizados para estimular la prolactina y aumentar el suministro de leche (como por ejemplo la domperidona). Por lo general se usan estos medicamentos después de la segunda semana de la lactancia y requieren receta médica.

Cuando el bebé llega a casa

Después de semanas de extraer leche y de visitar el hospital para ver, sostener y alimentar a tu bebé, finalmente estáis en casa como una familia. Tu alegría puede ser atenuada por sentimientos de aprensión. Tú y tu bebé vais a estar juntos todo el tiempo lo cual es totalmente distinto a cuando estaba en el hospital y no tienes la ayuda de expertos que el hospital te ofrecía. Toma tiempo para relajarte y concentrarte en ayudar a tu bebé a adaptarse a este nuevo entorno. Tú, como su madre, necesitas amamantar a tu bebé durante tanto tiempo y tan a menudo como él necesita para que tu oferta se ajuste a sus necesidades. Asegúrate de descansar mucho y acepta todas las ofertas de ayuda con las tareas del hogar.

Algunas mujeres alquilan sacaleches eléctricos. Esto puede ser útil si tu bebé aún no es capaz de amamantar todo el tiempo y todavía tienes que extraer tu leche.

También puede ser de gran ayuda el mantenerse en contacto con otros padres de bebés prematuros. Bien sea con padres que conociste en el hospital o acudiendo a un grupo de apoyo.


Fuentes:
 
Lactancia, bebés prematuros y Método Madre Canguro. Alba Lactancia Materna. 2009
Amamantar a un bebé prematuro. Nuevo Comienzo. 14 (4) 2002
Prematuros.info. Contiene información en relación a los bebés prematuros y un foro para padres.
APREM. Asociación de padres de niños prematuros.

miércoles, 28 de enero de 2015

Conservacion de leche materna

Conservacion de leche materna



Ya sea porque empezamos a trabajar, tenemos a nuestro recién nacido prematuro internado, tenemos que ausentarnos y el bebé se queda al cuidado de otra persona o simplemente queremos armar una reserva de leche materna estos son consejos para tener en cuenta.

Antes de la extracción

 

Higiene:

 

Es importante que laves tus manos antes de extraer la leche. Los recipientes en donde almacenarás la leche y las bombas de extracción también tienen que estar bien lavadas con agua y jabón.
Extraerse la leche en una habitación limpia, es decir; evitando siempre que sea posible lugares con humo, baños, etc.

Recipientes aptos:


- Se pueden utilizar envases de vidrio o plástico duro con tapa hermética (hervidos y limpios), frascos (esterilizados al vapor), dejando 3 centímetros libres en el envase.

- Bolsas especialmente diseñadas para el almacenamiento de leche materna.

No se recomienda utilizar los recipientes que se compran para análisis de orina, esterilizados para urocultivo, porque en general están esterilizados con una sustancia química: óxido de etileno.

Organizacion:


-Toda leche debe ser fechada antes de almacenarla, esto quiere decir, poner una etiqueta con la fecha de la extracción o escribir con un marcador a prueba de agua.

- Cuando se congela la leche materna, es mejor hacerlo en  pequeñas cantidades (50 – 100 cc) para poder descongelar solo la que el niño vaya a tomar inmediatamente.

-Descongelar siempre la leche más antigua.

Y ahora la gran pregunta: ¿Como conservar la leche materna?

 

Almacenamiento:


La leche se refrigera apenas se extrae. Si por cualquier razón no se puede o no interesa congelar la leche inmediatamente después de extraerla, guardarla lo antes posible en una heladera, hasta usarla o congelarla
En caso de extracciones fuera de casa,
conviene almacenarla en una conservadora portátil o en una bolsa isotérmica con paquetes de hielo o acumuladores de frío.

Si la madre se saca leche varias veces al día, puede :

- Juntarla en el mismo recipiente añadiéndola a la que ya está en la heladera.

- En caso de que tenga leche del día congelada, enfriar anteriormente la leche recién extraída en la heladera, antes de juntarla con la congelada.

Como utilizar la leche conservada:


Siempre que sea posible, calentar la leche directamente tras sacarla del congelador. Esto a veces no es posible porque el bebe es cuidado por una persona fuera de casa, en ese caso mantener la cadena de frío hasta poder calentarla.

La leche congelada se separa durante el almacenamiento. La parte grasosa subirá y se verá más gruesa y más blanca. Antes de dársela al bebé, es bueno agitarla suavemente (no hacerlo con fuerza) para que se mezcle.

El color de la leche materna variará según la alimentación de la mamá. Es probable que tenga un color azulado, amarillento o amarronado. El olor de la leche congelada también difiere de la leche fresca. No la deseche si el bebé la acepta.

 Lo que SI puede hacerse

Poner agua previamente calentada en una olla e introducir dentro el envase de
leche extraída hasta que alcance la temperatura deseada, o bien calentar directamente con el agua caliente bajo el chorro de la canilla.

Lo que NO debe hacerse

Calentar en microondas.
Calentar la leche directamente en el fuego

¿Como se conserva la leche materna para uso hospitalario?

 

La leche materna , luego de ser extraida en el lactario del hospital, se guarda en recipientes estériles con tapa hermética donde se guarda hasta su utilización. Cada extracción se coloca en un envase nuevo, se rotula con nombre y apellido del bebé, fecha y hora de extracción. La leche extraída puede conservarse hasta 24 horas en heladera del Servicio. Esta no se congela.
La leche extraída se fracciona bajo un proceso de filtrado llamado flujo laminar y se conserva en heladeras a temperatura adecuada.
El personal del Lactario de Leche Humana deberá cumplir con estrictas normas de higiene para atender a las madres.
La leche de cada madre que concurre al Lactario de Leche Humana se suministra exclusivamente a su hijo.

Fuentes:

Materna


La lactancia materna. Ruth Lawrence. Capítulo 13, la madre que trabaja fuera de casa Manual de Puericultura. Laura Krochik, Andrea Talner. Unidad 11. Extracción Manual y alimentación.



domingo, 25 de enero de 2015

¿De qué hablamos cuando hablamos de Crianza con Apego?





Cuando decimos que criamos con apego es porque sabiéndolo o no respondemos a 8 principios básicos.




La Crianza con Apego se basa en 8 principio acuñados por el Dr William Sears, pediatra estadounidense, basado en la teoría del  apego seguros del psiquiatra y psicoanalista inglés John Bowly.


Bowlby con su teoría explica por qué los seres humanos tienden a construir lazos fuertes, selectivos, duraderos y cómo la disrupción o amenazas de disrupción de dichos lazos pueden ocasionar dolorosas emociones, ulteriormente psicopatológicas.


El apego en la relación madre-hijo supone que si la madre está capacitada para proporcionarle a su hijo la posibilidad de desarrollar un apego seguro con respecto a ella, el niño tendrá una base segura, esto dará como resultado la seguridad que puede explorar el mundo sabiendo que tiene en su madre un lugar seguro y de contención emocional al cual volver si se siente amenazado.


La Attachment Parenting International (API), partidarios de la crianza con apego del Dr. Sears, intentan fomentar un vínculo seguro con los hijos mediante ocho principios que se identifican como metas a conseguir por los padres. Estos ocho principios son:


1.    Preparación para el embarazo, el nacimiento y la paternidad.


Cuando se espera un bebé generalmente se piensa en “lo que necesita el bebé” en términos materiales; sin embargo lo más importante es informarse para recibir al bebé en un ambiente tranquilo y amoroso donde pueda nacer y crecer.

La idea es que tanto la mamá como su compañerx participen de la preparación para embarazo, se informen, recurran a especialistas en caso de ser necesario. Se instruyan en relación al parto y nacimiento, y se preparen para traer a su bebe al mundo de la mejor manera posible. Que ambos estén involucrados en el cuidado del niño, en atender sus demandas, en su educación, en los valores que se les quiere transmitir propicia un mejor entendimiento.


2.  Alimentar con amor y respeto.

La lactancia materna es el mejor alimento para el recién nacido. Es el más completo desde el punto de vista nutricional, pero también proporciona consuelo y un contacto único entre madre e hijo.
Es un componente primordial para fortalecer el vínculo afectivo entre la madre y el bebé, y está íntimamente relacionada con la premisa anterior de crear lazos afectivos desde el nacimiento. Poner al bebé al pecho nada más nacer es un paso muy importante para empezar la lactancia con buen pie.
Hay una química especial entre la madre y el bebé que es amamantado. El contacto del lactante con el pecho de su madre desencadena la producción de oxitocina en el cerebro de la mujer, la cual al entrar en el flujo sanguíneo activa las glándulas mamarias y fortalece el vínculo entre el hijo y su madre.

Alimentar a un bebé debe ser un acto de amor. Aunque el alimento ideal para un bebé es la leche materna; no significa que los bebés alimentados con biberón no puedan beneficiarse del amor al ser alimentados.






3.  Respuesta sensible a las necesidades del bebé desde que nace.


Si hablamos de las necesidades de un bebé no sólo hablamos de que hay que cambiarle el pañal, cubrirlo del frío o alimentarlo, sino también darle seguridad a través de los brazos, los mimos, las caricias y el contacto. Cuando las necesidades de un bebé son atendidas con sensibilidad, éste va aprendiendo a confiar. El establecimiento de un vínculo fuerte no se logra únicamente al satisfacer las necesidades físicas sino también las emocionales.

Al comprender que el llanto es su lenguaje y confiar en la importancia que tiene esa forma de comunicación, se entienden mejor las necesidades del bebé.
Los bebés lloran para comunicarse, no para manipular.



4.  Contacto materno el mayor tiempo posible.


Los bebés que son llevados en brazos o en portabebés están al resguardo, en contacto directo con la persona que lo lleva, normalmente su papá o su mamá. Se sienten más protegidos, se estresan menos y permanecen en un estado de vigilia tranquila, lo cual les permite asimilar mejor lo que sucede en su entorno. El contacto físico también nutre y satisface las necesidades de cercanía y afecto del bebé. Al cargar a un bebé se le brinda seguridad, estímulo y movimiento. La lactancia, los baños y los masajes son formas de contacto piel a piel.

Además, la cercanía y el contacto continuo con el bebé permiten conocerlo mejor fortaleciendo el vínculo.



5.  Propiciar del sueño seguro físicamente y emocionalmente.


Dormir con el bebé en la misma cama o cerca de él es una fórmula utilizada por muchas familias con niños pequeños. Al dormir acompañado se evita la angustia de separación que experimentan algunos niños durante la noche, haciendo que duerman más y descansen mejor.

Los bebés tienen necesidades nocturnas que deben ser satisfechas. Un bebé necesita del amor de sus padres para sentirse seguro durante la noche. Los niños pequeños también pueden necesitar la tranquilidad y seguridad que sus padres le brindan.



6.  Propiciar del cuidado cariñoso constante, evitar separaciones prolongadas


Los bebés y niños pequeños tienen una necesidad intensa de presencia física proporcionada por un cuidador siempre disponible y cariñoso. El cuidado diario y el juego son excelentes oportunidades para construir lazos de apego sólidos.



       7. Practicar  la disciplina positiva.


Trata a tu hijo de la misma manera como te gusta ser tratado. La disciplina positiva se basa en la empatía, el amor y el respeto; su objetivo de es ayudar a los niños a desarrollar auto control y autodisciplina; a la vez que promueve la conexión afectiva entre padres e hijos.


8.  Procurar un equilibrio entre la vida personal y familiar.


El equilibrio implica que las necesidades de todos, no solamente las del niño, se reconocen, son validadas y satisfechas en la medida de lo posible. Aunque las necesidades del niño deben ser una prioridad, también es importante que los padres, como individuos y como pareja, busquen un equilibrio para satisfacer sus necesidades tanto como sea posible.




“El tiempo de tener a su bebé en brazos, junto al pecho y en la cama es muy corto en relación con la vida total de su hijo. Aun así, el recuerdo de su amor y disponibilidad, duran toda una vida.”
                                                                                                         William Sears





Referencias y bibliografía:
Crianza Natural: www.crianzanatural.com
Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/es/
Asociación Española de Pediatría: http://www.aeped.es/
William Sears: http://www.askdrsears.com/

viernes, 23 de enero de 2015

Los bebés prefieren nacer por la noche




¿Qué pasaría si pudiéramos retroceder más de cien años en el tiempo y miráramos a las embarazadas dar a luz sin apenas intervenciones? Pues entre otras cosas veríamos algo bastante sorprendente: a la mayoría de ellas dando a luz por la noche.

Un estudio hecho en la Universidad Autónoma de Madrid ha llegado a esa conclusión tras analizar más de 4.500 nacimientos sucedidos en la Casa de Maternidad de Madrid entre los años 1887 y 1892, una época perfecta para analizarlo, dado que en aquellos tiempos las intervenciones obstétricas eran mínimas y ello hacía que los bebés nacieran cuando querían nacer, y como digo, los bebés prefieren nacer por la noche.
El estudio no apunta, a que esta situación fuese mejor para las mamás o los bebés, pero sí que permite observar de cerca cómo sería el comportamiento humano en lo que respecta al parto si éste se ejerciese de forma totalmente natural, manteniendo intactas sus características ancestrales. Y los resultados son claros: el parto humano, a día de hoy, guardaría estrechas semejanzas con el del resto de los primates. Es decir, tendría lugar predominantemente por la noche.

Por la noche, porque es más seguro

Si por el día se establece un patrón lógico de actividad (el hombre sale a cazar, trabajar, etc.), por la noche se establece un patrón de descanso en el que hay más personas alrededor de la mujer embarazada. Esto hace que una mujer pueda dar a luz de noche sin riesgo de que otros depredadores (hablo de épocas pasadas, claro) pueda atacarle a ella y a su bebé, relativamente indefensos y con la obligación de tener que tratar de huir en un momento tan crítico.
El texto, producido por Carlos Varea y Susana Fernández-Cerezo, ambos investigadores del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, parte del análisis del libro de nacimientos de la Casa de Maternidad de Madrid, revelaron un patrón circadiano dominante en las horas del día en las que las mujeres tienden a dar naturalmente a luz, y que coincide en la gran mayoría de casos con la madrugada o primeras horas de la mañana. El patrón del parto sin intervencionismo obstétrico establecería de igual modo un marcado descenso en la natalidad desde el mediodía hasta la caída de la noche.

La luz, culpable en gran medida

Por aquella época (la de los datos analizados) no había la misma luz artificial que en la fecha actual y era más difícil engañar al cuerpo. Se sospecha que el parto también se rige por un ritmo circadiano y que la luz, o la falta de ella, es gran culpable de que el parto se produzca.
Al parecer, dado que en invierno las noches son más largas, la mayoría de partos sucedían de noche, mientras que en verano, al ser las noches más cortas, la mayoría de partos sucedían entre las 8 y las 12 de la mañana (la noche tardaba más en llegar y ya sabemos que un parto es cuestión de varias horas, haciéndose de nuevo de día en el momento en que el bebé nacía).

La explicación Biológica

La actividad del útero estaría sincronizada con la melatonina, una hormona que varía de acuerdo a los ciclos del día y la noche (se secreta en ausencia de luz), y que contribuiría a la actividad de otras hormonas implicadas en el parto( oxitocina y noradrenalina), provocando que las contracciones uterinas sean más intensas durante la noche.
Por eso se dice siempre que un buen lugar para dar a luz es aquel en que la luz es muy tenue.

Pero esto sucede ya muy poco

El patrón de parto nocturno se confirma para aquellos partos en los que no hay intervención. En la actualidad sólo puede darse en esa minoría de partos en los que no hay instrumentalización, medicación de por medio, control del tiempo, etc.
No digo que una cosa sea mejor que la otra, de hecho en la actualidad es igual de seguro para una mujer y su bebé que suceda de noche o que suceda de día porque no hay nadie que se los vaya a comer, pero al haber partos con epidural, partos inducidos, partos con oxitocina sintética, partos en que te quedas tumbada en la cama mientras dilatas y un largo etcétera, el patrón se modifica hasta el punto que ahora parece más probable dar a luz durante el día que durante la noche.


En tu caso, ¿cuándo nacieron tus hijos? ¿Se confirman los datos del estudio?

Fuente: Carlos Varea y Susana Fernández-Cerezo          
http://www.bebesymas.com/